Puerto Rico ganó el domingo el oro en el torneo de básquetbol masculino de los Juegos Panamericanos de Guadalajara, tras imponerse 74x72 al anfitrión México en un intenso partido que se saldó con un triple del NBA José Juan Barea en el último suspiro.
Cuando faltaban dos segundos para el bocinazo final y con la pizarra 72x72, Barea controlaba el balón en la mitad de la cancha, consumiendo tiempo, apostando por la ventaja insalvable o la prórroga, que también sería útil.
Un certero tiro de distancia, después de la línea de tres, sentenció el partido. El reloj marcaba 1.6 segundos y aunque los 2.300 fanáticos buscaba alentar con un ensordecedor 'sí se puede, sí se puede' ya era muy tarde. La tribuna pasó del estruendo a un silencio fúnebre en un instante.
El partido, que revivió la final de La Habana-1991 en la que los puertorriqueños también terminaron con el oro, terminó con parciales 19-21, 16-14, 15-16 y 24-21 en el CODE Alcalde de Guadalajara, la capital de Jalisco (oeste).
Estados Unidos completa el podio tras imponerse más temprano a República Dominicana.
La medalla se une al inédito título que conquistaron las chicas de la selección boricua en Guadalajara, también ante las anfitrionas mexicanas.
Con ésta, los puertorriqueños disputaron cinco finales del básquet masculino panamericano, con dos oros, mientras que México ha perdido en tres oportunidades.
Además de Barea, que condujo a la perfección el partido y terminó con 18 puntos, el ala-pívot Renato Balkman, de los New York Knicks, se lució con 28 tantos y 12 rebotes. Por México, el escolta Jovan Harris estuvo sólido con 18 puntos, un triple y 100% de acierto en el cobro de faltas (5/5).
En general fue una gran final, pareja y con mucha intensidad, con ambos equipos dejando todo en la cancha, conscientes de que cualquier error podía costarles la medalla. Mientras México apostaba por un juego defensivo y de ataque principalmente desde el perímetro, Puerto Rico entraba con fuerza en la pintura, forzando faltas que terminaron en importantes tiros libres (21/28).
Los aztecas, apoyados siempre por la afición, comenzaron muy bien desde la línea de tres con el capitán Víctor Mariscal anotando tres y el base Paul Stoll con otro par, pero comenzaron a abusar del recurso y las pelotas dejaron de entrar (30% de aciertos).
La pizarra estaba 35x35 al momento del descanso. Al regresar, pasaron casi dos minutos antes de que Balkman anotara para romper el empate 35x37, una vez más con intentos infructuosos desde la distancia de México y con entradas de los puertorriqueños que eran bloqueadas magistralmente con tapones y robos de balón. Ese período terminó también cerrado 51x50 para los locales.
En el partido, Puerto Rico consiguio adelantarse por ocho puntos y México por cuatro en el cerrado marcador. Faltando 2:48 por jugarse, Harris de tres rompía un empate y volteaba el marcador a su favor por 66x63, pero forzando faltas Puerto Rico volvía rápidamente al ruedo.
Al encuentro asistió el presidente mexicano Felipe Calderón, quien durante el descanso se tomó fotos con algunos de sus simpatizantes. Pero al momento de la premiación, ni mandatario ni público, sólo unos cuantos se quedaron para ver a México colgarse su 41a medalla de plata en la competencia.
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