Ricky Burns (36-2 y 11 KO’s) retuvo su corona de las 135
libras de la OMB cuando su retador José ‘Chelo’ González (22-1 y 17 KO’s), que
dominaba el combate ampliamente, no salió para el décimo asalto alegando
haberse fracturado su muñeca izquierda a pesar de que su esquina pareció estar
en desacuerdo con su decisión y le pidió que continuara combatiendo.
De paso, Peter Rivera, vicepresidente de la PR Best Boxing,
lució molesto al producirse el desenlace mientras que uno de los entrenadores
de González se tapó el rostro con una toalla en señal de desacuerdo.
González dominó los primeros siete asaltos y en este último
cuando vapuleó a su antojo a Burns alegadamente fue cuando se produjo la lesión
en su muñeca perdiendo los siguientes
dos capítulos donde bajó su intensidad ofensiva.
“Me lastimé la mano izquierda dándole en el codo. Me había
molestado pero volví a darle en el codo y me lastimé la muñeca. Estábamos muy
bien e íbamos al frente en las tarjetas. Lo había dominado en los primeros
rounds y me imaginaba que iba al frente. Pero cuando metí esa mano ene se round
sentí el brazo izquierdo que no lo podía mover y mucho dolor. Lo seguí trabajando
y tirando poquito porque no podía levantar la mano. Trate de trabajarlo cambiándome
un poquito a lo zurdo y a lo derecho pero no podía levantar la mano izquierda”,
explicó González desde Escocia a DirecTV.
THE SPORT PRESS tenía al frente a González 88-82 al momento
de producirse el fatídico desenlace mientras que los tres jueces le daban la
delantera al puertorriqueño, 87-84.
Aparentemente, la lesión preocupó mucho a González, quien de
haber continuado sobreponiéndose al dolor como han hecho en el pasado otros
peladores incluso visiblemente cortados, y perdiendo esos últimos tres asaltos,
se hubiese impuesto 115-112.
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