Félix
Verdejo, al que apodan Diamante, tiene solo 21
años, un palmarés de 14-0 con 10 anestesiados y viene acaparando los
medios noticiosos locales e internacionales gracias a la efectiva labor de
mercadeo y relaciones públicas de la compañía Top Rank, cuyo fundador Bob Arum
es un as en dicha materia desde tiempos inmemoriables.
El sábado
en el estado de Florida se va a enfrentar al mexicano Sergio ‘El Cuate’
Villanueva (26-4-2 y 13 KO’s), quien por su expediente parece ser la ‘prueba de
fuego’ para el peleador que entrena y maneja Ricky Márquez.
Verdejo me
cae bien. Tiene mi respeto.
La prensa
lo adora y sin ser campeón ya es una estrella. Es un fenómeno medíatico.
Tiene una
sonrisa atractiva y cautivadora para la televisión además de ser un buenazo con
fuertes convicciones cristianas y en su carácter y forma de comportarse me
recuerda a otro Félix, el gran Tito Trinidad, el otrora Pegador de Cupey Alto y
miembro del Salón de la Fama del Boxeo Internacional.
Sus
destrezas sobre el entarimado son excelentes levantando pasiones entre los
fanáticos sin ser un noqueador de la talla de Trinidad o de Wilfredo Gómez,
quien en esta etapa de la carrera de Verdejo forma parte de su grupo de
trabajo.
Verdejo fue
a los Juegos Olímpicos de Londres y logró impresionar a Arum, quien se alega le
dio el bono más jugoso en la historia a un peleador puertorriqueño (Wikipedia
reporta fue de $600 mil).
Debutó en
Las Vegas en diciembre 6 de 2012 ante Leonardo Chávez (1-0 y 2-1 con 2 KO’s de
por vida) venciendo por decisión unánime pero sin dominar a su antojo a su
rival lo que provocó que la Top Rank modificara sus planes para cuidar su
inversión lo que fue un acierto y poco a poco le fue hilvanando un récord
perfecto a la vez que mercadeaba y mercadea su imagen aprovechando su carisma.
Todo eso
está permitido porque el producto hay que promocionarlo en todo momento pero
cuidado con una sobre exposición en los medios y se pase de noticia a relaciones
públicas, si ya no ha sucedido.
Verdejo
debe convertirse en campeón mundial entre 2015 y 2016 porque el talento lo
tiene al igual que la mejor casa promotora del planeta. Solo tiene que
mantenerse ganando porque un traspiés lo puede atrasar como le sucedió a Thomas
Dulorme, considerado uno de los mejores cinco prospectos del mundo en el 2012
con palmarés de 16-0 y 12 cloroformados pero al perder por KOT en siete
asaltos, vio detenida su carrera y hasta desapareció de las clasificaciones.
Claro que
no tenía un promotor como Bob Arum, que pudo haber evitado esa derrota y la
historia fuera distinta.
El sábado
el que apodan ‘Diamante’ debe sumar otra victoria a su resumé y acercarse un paso más a la corona mundial (en
el peso ligero está clasificado noveno en la AMB) pero no se debe de apresurar
su carrera.
Tampoco saturar
su imagen en los medios y exponerlo a que de figura pública como boxeador se
convierta en figura pública como artista.
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