José Juan Barea tuvo un espectacular recibimiento comparado con los que hace una década fue objeto el ex tri campeón mundial Félix ‘Tito’ Trinidad y se disfrutó su momento desde que pisó suelo boricua a eso de la 1:30 p.m. cuando en el Salón de los Gobernadores el propio Trinidad acudió a felicitarlo para dar paso a su encuentro con el gobernador Luis Fortuño, quien le hizo entrega de una bandera encuadernada de Puerto Rico, y tras una sesión fotográfica partió en caravana hacia la Casa Olímpica.
Y a su paso desde el aeropuerto Luis Muñoz Marín hacia San Juan, cientos de personas apostados a todo lo largo de la avenida Baldorioty de Castro con banderas de Puerto Rico en mano, lo saludaron y vitorearon en su pasar mientras Barea correspondía con una sonrisa ó agitando su mano.
El recorrido continuó por varias calles y avenidas de San Juan hasta llegar a eso de las cinco de la tarde a la Casa Olímpica donde se celebró una ‘conferencia de prensa’ liderada por David Bernier, presidente del COPUR, en un atestado salón bajo fuertes medidas de seguridad policiaca y privada que en ocasiones rayó en empujones.
A todo esto, la música dentro y fuera de la Casa Olímpica entretenía a los fanáticos que abarrotaron la avenida Ponce de León, haciendo su agosto los vendedores ambulantes de banderas, bandas de cabeza y agua.
En la ‘rueda de prensa’, a la cual se ‘colaron’ muchas personas ajenas entre ellos políticos, anunciantes y público normal, Barea fue presentado por su hermano y procedió a dar sus impresiones del recibimiento para después contestar las preguntas de la prensa.
“Le quiero dar las gracias a todos para acompañarme en el día más especial de mi vida. A mis coaches de la infancia que me enseñaron a driblear, los saludo. No se lo digan a nadie pero y el mejor que driblea en la NBA pero no se lo digan a nadie. A Fufi (Santori) y a Flor (Meléndez) que fue quien me firmó a los 16 años, mis respetos. Flor no estaba fácil. Me tenía en el banco y yo lo miraba y decía pónme. Me fui a la universidad y vuelvo. Y me toca jugar en Santurce…con Flor. Peleábanos pero me preparó para el siguiente paso que era Avery Johnson que era otro que gritaba. Y ahora en el Equipo nacional…me encuentro a Flor”, dijo arrancando risas.
Agregó que este año no fue fácil porque estuvo a punto de perder minutos de juego y estuvo errático en el inicio del torneo pues su tiro de distancia no estaba perforando la malla.
“No la podía meter, juego malo, llamo a casa y papi me dice que jugué bien. Llevaba como unmes sin meter un triple y ellos me decían sigue tirando. En una práctica el coach dice que cuando Barea meta el próximo triple vamos hacer una fiesta y la voy a pagar. Llegamos a Mimi y dicen que como estaba cerca de Puerto Rico, la iba a meter. Y en la primera jugada, una cortina, y el triple se metió. De ahí en adelante mi por ciento subió hasta llegar al 40%. Fue un año increíble”, apostilló.
Dijo que para la serie contra Miami sus amigos le decían que “Puerto Rico se está volviendo loco’ y confió que se conectaba a la internet para corroborar los videos sobre los diferentes lugares que se estaban viendo los juegos en la Isla, incluyendo los de su gente en la plaza Colón en Mayagüez.
Indicó que cuando encestó contra Miami una tripleta que cambió el tempo de juego se dijo ‘Puerto Rico completo esta conmigo’.
“Ese fue un momento muy especial. Y después llega la parada en Dallas pero cuando les cuente a mis compañeros de esto, no me van a creer. Esto es mucho mejor y aquí si sabemos hacer caravanas de verdad. Gracias por todo y espero que se lo hayan disfrutado y me sigan apoyando en el resto de mi carrera”, apuntó.
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