La Federación de Baloncesto de Puerto Rico decidió coger el toro por los cuernos y espera a partir de enero de 2011 implantar una reforma total en el organismo en busca de reglamentar el deporte en el país desde las categorías menores hasta la superior con la intención de atemperar este deporte a las reglas de la FIBA.
Carlos Beltrán, presidente de la Federación, junto al vicepresidente Ricardo Carrillo y el asesor legal, Fernando Olivero, presentó un borrador de un plan esquemático de siete puntos que próximamente será depurado y puesto en acción para el 2011 y después que se de ese paso, se procederá a enderezar el Equipo Nacional.
"En siete meses que llevo aquí, he observado al paciente dándole jarabe para poder resolver pero me di cuenta que no hay jarabe que valga y hay que hacer una cirugía mayor, una reconstrucción completa, no parcial", expresó el letrado.
Indicó que se busca reglamentar el baloncesto y que no 'se tire una bola al aire sin la aprobación del organismo' así como reestructurar el proceso de avalar las ligas independientes y toeneos especiales.
"La Federación tiene que estar viva y sólida. La gente está esperando un cambio. Este borrador lo vamos a presentar a la Junta de Gobierno el jueves y en 60 a 90 días tener el plan final de reconstrucción", acotó.
En otro punto, señaló que los que hacen baloncesto en el país deben de contribuir al fortalecimiento económico y se incluyó en el documento a las ligas independientes y sus equipos, ligas federativas, jugadores de todas las edades, entrenadores, árbitros y oficiales de mesa así como el establecer un programa nacional de todas las categorías y se reconocerá la nacionalidad deportiva de los que residen fuera del país.
"Todo el mundo tiene que pagar. El BSN paga una cuota anual de $130 mil. A los participantes se les dará una tarjeta como la que se usa para los descuentos. Queremos que los árbitros estén en un mismo grupo. La salvación del deporte son los colectivos", expuso por su parte Carrillo.
Además habrá un mercadeo colectivo y se buscará reestablecer las relaciones financieras con el gobierno aceptando que este plan debe rendir frutos en dos años y un máximo de ocho.
"La Federación ya no se sostiene bajo esta estructura y necesita un cambio total. La Federación no está dirigiendo el baloncesto. Hemos perdido el control y hay que asumir la responsabilidad histórica", terminó diciendo Beltrán.