El árbitro puertorriqueño Roberto Ramírez hará
historia el 15 de marzo cuando trabaje en su pelea 200 de corte mundial tras
ser designado para ser el tercer hombre en el cuadrilátero en la pelea entre el
invicto campeón de las 140 libras de la AMB y CMB, Danny ‘Swift’ García (27-0 y
16 KO’s), y el mexicano Mauricio Herrera (0-3 y 7 KO’s) que se celebrará en el
coliseo Rubén Rodríguez, de Bayamón.
Esa noche, Gustavo Padilla (Panamá), Alexander Rochin
(México) y Carlos Colón (Puerto Rico) serán los jueces del pleito estelar mientras
que el árbitro Luis Pabón trabajará en el combate entre los ex campeones Juan Manuel
López (33-3 y 30 KO’s) y Daniel Ponce de León (45-5 y 35 KO’s) en tanto Roberto
Ramírez hijo tendrá a su cargo ser el árbitro en el combate de peso completo
entre Deontay Wilder (30-0 y 30 KO’s) y Malik Scott (36-1-1 y 13 KO’s).
Ramírez, con una experiencia de unos 40 años,
extraoficialmente solo es superado por el surafricano Stanley Christodoulou que
tiene en su expediente unas 203 reyertas mundialistas y se convertirá en el
primer árbitro latino en llegar a la mítica cifra superando a su compatriota y
miembro del Salón de la Fama, Joe Cortez, que hizo unas 172.
“Me dieron esa pelea y es la 200. Es llegar a la cumbre.
Nunca pensé que pasaría pero una vez vi que se acercaba la meta, me la propuse
y el sábado será historia”, dijo Ramírez, que tiene credenciales de sobra para
ser considerado para el Salón de la Fama de Canastota.
En su juventud fue boxeador aficionado en las 122 libras
mientras estuvo destacado en Alemania como paracaidista en las Fuerzas Armadas
de Estados Unidos.
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